Cuando hablamos de fotografía macro, solemos centrarnos en sensores, ópticas, aumentos o apilamiento. Pero hay un factor que rara vez se menciona y que puede ser la diferencia entre lograr esa toma perfecta… o perderla para siempre: el peso del equipo.
En macro, no trabajas en estudio. No puedes dirigir al sujeto ni repetir la toma, en el bosque, entre ramas y contraluces, no hay tiempo para preparar una escena. Aquí, tú eres el intruso. Eres el visitante en el mundo de un insecto que vive al acecho, que huye al menor movimiento, brisas que cambian el encuadre, ramas que oscilan. Y tú ahí, con el ojo pegado al visor, aguantando la respiración. En esos segundos de oro, no puedes permitirte cargar con un equipo que te limite.
Mi configuración habitual ronda los 2,5 kg:
- OM SYSTEM OM-1
- M.Zuiko 90mm macro
- Flash Godox V100
- AK Diffuser
- Raynox
- Powerbank, jaula Smallrig, hand strap… y algunos cacharros más.
¿Dos kilos y medio? Puede no parecer mucho (en comparación con las antiguas cámaras réflex) hasta que lo levantas con una mano, mientras con la otra estabilizas una ramita que se mueve con la brisa. Porque en macro, los milímetros cuentan. Una mínima desviación, y tu apilado fracasa.
Les aseguro que no es nada fácil encuadrar en fotografía macro, es lo más parecido a jugar al Twister, por eso estoy convencido de que el peso, es valga la redundancia, una razón de peso a la hora de elegir tu equipo, aquí es donde el sistema Micro Cuatro Tercios marca la diferencia. Cámaras y ópticas más ligeras, más compactas. En este juego de equilibrio extremo, cada gramo importa. Es más fácil sostener el encuadre, moverse más rápido, menos fatiga tras horas en el campo. Pero todo tiene su lado positivo y el negativo, y aquí viene la eterna pregunta: ¿sacrificamos calidad por ligereza?
No hay una respuesta válida y definitiva para ello, depende de muchos factores, comodidad, tu estilo, tu saber hacer, afinidad, fuerza, estabilidad, técnica, experiencia…
Si tu escenario es el campo, y tus sujetos no posan sino que escapan, la ligereza se vuelve tu aliada.
Juzguen ustedes mismos, esta foto está tomada de noche, de rodillas y con el diente de león a un par de palmos del suelo, el apilado es de 68 imágenes, ¿creen que le falta detalle a la imagen?